Y como anillo al dedo me viene una experiencia del otro día… estaba grabando un espectáculo musical en vivo para la artista, a dos cámaras, para luego poder hacer videos de promoción. Estábamos además haciendo una grabación multipista con 16 canales y el sonido y la iluminación del lugar son realmente demasiado buenos para que el espectador tenga una experiencia como pocas encontramos en buenos aires. El espacio es un restaurante donde el escenario está a la misma altura que el público.
El primer inconveniente eran las manos que constantemente se alzaban para tomar fotos y videos, obligando a reencuadrar y dándome la única opción de hacer un plano bien alto, bien picado para que esas manos molesten lo menos posible (y ni hablar del que se paraba para tener mejor ángulo, importándole tres velines los que estaban sentados más atrás).
Pero llegado el intervalo, donde la gente normalmente aprovecha para conversar con sus acompañantes, compartir la experiencia, opinar de lo que escuchó, criticar, etc, etc… empezaron a sonar a todo volumen hipersaturados no menos de 6 celulares (de 30 asistentes) repitiendo lo que acababan de presenciar… mesas de 6 personas donde en lugar de darse una charla enriquecedora compartiendo opiniones tenías a 6 personas mirando una pantallita sin abrir la boca.
Y aclaro por último, que la mayor parte del público superaba los 50 años de edad… con lo cual, no es un tema generacional sino de la época que estamos viviendo. Y como mi cámara era la que mantenía el plano fijo yo tuve la oportunidad de ser espectador de… las señoras buscando los anteojos, desbloqueando los celulares, preguntándole a la amiga qué tenía que tocar, esperando que el celular reaccione, etc, etc… y todo mientras por encima de sus narices estaba pasando lo realmente importante.
Y como fotógrafo que se la pasa en eventos, sí, les puedo asegurar que hoy en día gran parte de las personas se PIERDE el momento por intentar tener una imagen que, en la mayoría de los casos, les queda borrosa, oscura, ya pasó el momento, etc, etc… es algo que veo todo el tiempo. Y como todos están esperando a que suceda la acción para tener su foto, la acción no sucede porque no hay quién la haga suceder… por ejemplo, valses donde no baila nadie pero están todos alrededor con sus celulares… o pistas de baile vacías mientras los adolescentes se mandan mensajitos para "chamuyarse" a las compañeras, cuando bien podrían estar bailando con ellas.
Créanme anticuado, pero para mí la vida sigue siendo algo cercano a esto que tenemos acá, tratar con personas del otro lado, vivir experiencias, cambiar opiniones, y alimentarnos de todo esto.