Buenas noches a todos! Hace unas pocas horas arribé a mi depto luego de la salida que hicimos para despedir el año con el amigo Barbus y el nuevo integrante de CA, José, el nikonista arrepentido.
Dado lo avanzado de la hora, sólo tengo unos pocos minutos para dejarles algunas imágenes. Mañana, en la oficina, mientras esté trabajando a full, me tomaré unas horas para contarles un poco más y dejarles más fotos.
Así que, vamos a los bifes.
En primer lugar, la foto grupal:

Siendo, de izquierda a derecha: Barbus, quien le escribe y José. Lo que se ve en el fondo es la iglesia jesuítica de Santa Catalina.
En segundo lugar, lo tenemos al Barbus y su maquinón, "el caminante", que en el día de hoy (domingo 11) cumplió 85 años:

(Ojo! Quién cumplió los 85 fue "el caminante", no Barbus! No se confundan!)
En tercer lugar, una muestra de los vehículos que nos acompañaron en la travesía:

Lo que se ve detrás de ellos, de color rosado, es la iglesia de Tulumba (ya les contaremos que hicimos en esa ciudad).
Y por último, les doy una pista acerca del último lugar que visitamos en nuestro recorrido:

Nota: Los hectolitros que indican los carteles en el frente de cada barrica no son de agua mineral precisamente.
No sigo porque se me cierran los ojos. Recorrer 460km de camino de tierra (parte de Camino Real que une desde la época colonial la ciudad de Córdoba con el Alro Perú) es agotador (sobre todo con temperaturas que superan los 30°), pero el placer de vivir la historia de esa manera es algo que valió la pena. Además, el grupo de personas (unas 20) y los vehículos (7 Ford T más algunas "chatas" de apoyo) dieron un aire pintoresco a todo el recorrido. Estos cuatro días (del jueves al domingo), valieron por mil.
Saludos y sigan sintonizados para el próximo capítulo!!